¡Hola!…¿Qué tal?…¿Cómo están?. En el blog actual, vamos a meditar y reflexionar, sobre las conversaciones y el amor propio, comprendiendo, por el amor propio, como la energía de amor, que se transmite y se evoca, de uno mismo hacia uno mismo. El amor propio, se construye o se crea, a partir de reconocer, expresar y comunicar sensaciones, emociones y, sentimientos, sobre nosotros mismos, tanto positivos o favorables, como negativos o desfavorables, que nos describen y nos definen. En el proceso de construcción o creación del amor propio, las personas, requerimos aprender y descubrir, el cómo ejercitar y practicar, las conversaciones y los diálogos intrapersonales, que motiven e inspiren el modelamiento interior, facilitando, favoreciendo y promoviendo, la búsqueda y, el encuentro personal, emocional y afectivo, con las palabras o los elementos sonoros, que conectan nuestro mundo interior, con el mundo exterior, alrededor nuestro. La construcción o la creación del amor propio, demanda que, las personas, contactemos e interactuemos, con nosotros mismos, en espacios y tiempos de educación emocional, ejercitando y practicando, el autoconocimiento, la autorregulación, la empatía y, la motivación, que como capacidades y habilidades emocionales, primarias o básicas, facilitan, favorecen y promueven, el reconocimiento, la expresión y la comunicación de sensaciones, emociones y, sentimientos, sobre nosotros mismos.
Hablando de las conversaciones, el amor propio y, la conversación o el diálogo intrapersonal, según leo e investigo, porsupuesto para compartir con ustedes, podemos explicar que, la conversación o el diálogo intrapersonal, es el proceso personal, emocional y afectivo, mediante el cual, las personas, nos comunicamos con nosotros mismos, actuando como emisores y receptores de mensajes y, usando palabras que conectan, no verbalizadas, para participar, conscientemente, en una comunicación interna. En una comunicación interna, se vivencia y se experimenta, un examen interno personal, emocional y afectivo, en el cual, incluimos sensaciones, emociones y sentimientos, que pueden resultar de todo aquello, que percibimos, escuchando o leyendo y, que proviene del mundo exterior, alrededor nuestro. Y, mediante una comunicación interna, las personas, conectamos y actuamos, con nuestra consciencia, reflexionando, animándonos y, calmándonos.
Hablando de las conversaciones, el amor propio y, la conversación o el diálogo intrapersonal, podemos explicar que, en una comunicación interna, se manifiesta y se expresa, la inteligencia intrapersonal, que se ejercita y se practica, por ejemplo, cuando como resultado de un examen interno personal, emocional y afectivo, logramos reconocer e identificar, cuando comenzamos a vivenciar y experimentar miedo, tristeza y molestia, como sensaciones, emociones y sentimientos, eventualmente, negativos o desfavorables, con lo cual, logramos reconocer e identificar que, circunstancias o situaciones, como tales, influyen en nuestra capacidad personal, emocional y afectiva, de tomar decisiones y, de resolver problemas, en forma positiva o favorable. Es decir, en una comunicación interna, la inteligencia intrapersonal, facilita el conocimiento, de nuestro propio y particular, mundo interior, compuesto por sensaciones, emociones y sentimientos, y, la inteligencia intrapersonal, favorece el reconocimiento, de nuestra, propia y particular, capacidad de discriminar, entre sensaciones, emociones y sentimientos, como un medio y un recurso, para interpretar y orientar, la propia conducta.
Es así como, cuando hablamos de la inteligencia intrapersonal y, el amor propio, estamos hablando que, las personas que, ejercitan y practican una comunicación interna y, de esta manera, ejercitan y practican, la inteligencia intrapersonal, son capaces de examinar en su interior personal, emocional y afectivo, el por qué de sus estados de ánimo y sus actitudes, ante la vida, tanto positivos o favorables, como negativos o desfavorables, y, logran desarrollar la capacidad personal, emocional y afectiva, de cambiar o transformar, las acciones y los comportamientos, negativos o desfavorables, en beneficio de tomar decisiones y, resolver problemas, en forma positiva o favorable. Es decir, la inteligencia intrapersonal, estimula el conocimiento interno, propio y particular, de uno mismo y, motiva la construcción o la creación, de la imagen interna, precisa y objetiva, de uno mismo, con lo cual, se produce una toma de conciencia de los propios y los particulares, deseos, temperamentos, motivaciones, intenciones y voluntades, y, se construye o se crea el amor propio, como la energía de amor, que se transmite, se evoca y se intercambia, de uno mismo, hacia uno mismo.
Así pues, hablando del amor propio, como la energía de amor, que se transmite, se evoca y se intercambia, de uno mismo, hacia uno mismo, podemos explicar que, en una comunicación interna, la inteligencia intrapersonal, facilita, favorece y promueve, la capacidad de percibir, con realismo y veracidad, el cómo somos y el qué queremos, estableciendo prioridades y expectativas, para de esta manera actuar, conforme el cómo somos y, el qué queremos, aceptando y respetando, nuestros estados de ánimo y actitudes, ante la vida, con lo cual, vamos logrando construir o crear nuestro amor propio. En la construcción o la creación del amor propio, la capacidad de percibir, con realismo y veracidad, el cómo somos y el qué queremos, para de esta manera actuar, conforme el cómo somos y el qué queremos, facilita, favorece y promueve el logro del equilibrio y el bienestar emocional, pues favorece la satisfacción de nuestras necesidades emocionales, en la medida que, logramos actuar con ánimo y calma, y, logramos actuar con practicidad y eficacia, evitando nuestras reacciones, negativas o desfavorables, ante eventuales, situaciones o circunstancias, difíciles o complicadas.
De esta manera, cuando hablamos de, los niños y las niñas, su capacidad de conversación o diálogo intrapersonal, y, el amor propio, como la energía de amor, que se transmite y se evoca, de uno mismo hacia uno mismo, estamos hablando que, en el caso, propio y particular, de los niños y las niñas, la comunicación interna y, el ejercicio y la práctica de la inteligencia intrapersonal, se concreta y se hace realidad, en el juego, con todo el significado y el sentido mágico y fantástico que, el juego de los niños y las niñas tiene, estando solo, y/o. en compañía y, con el acompañamiento de los adultos responsables a cargo, como podemos ser, padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, e, incluso, maestros y maestras. En ese sentido, el juego, mágico y fantástico, como una oportunidad y una posibilidad, para la construcción o la creación del amor propio, puede ser, una vivencia o una experiencia, para la conversación y el diálogo, consigo mismos, reconociendo el cómo son y el qué quieren, y, para la meditación y la reflexión, con sus amig@s imaginari@s, como personajes, mágicos o fantásticos, que, algun@s niñ@s, construyen y crean, con un rol, protector y guía.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, tomemos consciencia, sobre el interior naturalmente moldeable e impresionable de cada niño o niña de nuestro entorno, como hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, y, alumnos y alumnas. Y, en ese mismo sentido, hablando del amor propio, desde la perspectiva de la vivencia y la experiencia personal, espiritual y emocional de reconocer, expresar y comunicar sensaciones, emociones y sentimientos, entre niños y niñas, entre niñ@s y adultos, y, entre adultos, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, tomemos conciencia sobre el hecho que, las sensaciones, las emociones y los sentimientos, habitan en nuestro interior personal, emocional y afectivo, al igual que, granos de arena, capaces de ser moldeados e impresionados, en forma, favorable o desfavorable, lo cual, significa y tiene el sentido de, llamar nuestra atención y alertarnos, sobre la necesidad y la importancia de nuestro rol, en el logro de la crianza, sana y saludable.