¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?. En estos meses escribiendo los blogs, leyendo e investigando y, porsupuesto compartiendo con ustedes mis experiencias, mis conocimientos, mis aprendizajes y mis descubrimientos, he podido transmitir, probablemente, un buen resumen de mi historia personal, como mujer, hija de familia, amiga, tía y maestra. En ese sentido, sin duda alguna, el hecho que, naturalmente, explica un antes y un después en mi historia personal, es la detección de un tumor en mi riñón derecho y, la extirpación de mi riñón derecho, con posterior diagnóstico de cáncer. Pues, es justamente, gracias a la oportunidad y la posibilidad que tengo de escribir cuentos infantiles, como un medio o un recurso de autoayuda, espiritual y emocional, que en estos meses y al día de hoy, tengo un sitio Web, para escribir y publicar los artículos y los cuentos infantiles, escritos por mí, exponer los materiales y los espacios de juego infantiles, diseñados y creados por mí, y, construir la biblioteca virtual, con los personajes y las historias personales, para niños y niñas. Y, es justamente, porque he transitado por un proceso de sanación, espiritual y emocional, para recuperar, el equilibrio y la salud, emocional y física, que en este momento, reconozco e identifico, el cómo familia y amigos, pueden ser guías espirituales y emocionales, para nosotros, y, el cómo nosotros, podemos ser guías espirituales y emocionales, para familia y amigos.
Hablando de los guías espirituales y emocionales y, su rol en el desarrollo y progreso personal, emocional o físico, según leo e investigo, porsupuesto, para compartir con ustedes, podemos explicar que, los guías, son personas que, encaminan, conducen y enseñan, a otras personas. En ese sentido, los guías, como personas que, encaminan, conducen y enseñan el camino, a otras personas, son maestros que, desarrollan los conocimientos y la capacidad, para orientar y ayudar, a un grupo de personas de su entorno. Los guías, como maestros que, desarrollan los conocimientos y la capacidad, para orientar y ayudar, a un grupo de personas de su entorno, desarrollan cualidades y características, propias y particulares, como sensibilidad, humildad, sabiduría, amabilidad, generosidad y respeto, necesarias para mostrar el camino y acompañar, en su camino, a las personas que guían, hasta que, las personas que guían, logran caminar solas su camino.
Hablando de los guías, como personas que, encaminan, conducen y enseñan el camino, a otras personas, podemos explicar que, cuando se habla de los guías, por lo general, se hace referencia a los guías espirituales, como seres que han aprendido las lecciones de la vida, trascienden al plano espiritual y, desde el plano espiritual, encaminan, conducen y enseñan el camino, oportuno y posible, a seguir, para alcanzar objetivos o metas espirituales, en determinados, momento y lugar. Es decir, cuando se habla de los guías, por lo general, se hace referencia a los guías espirituales, como seres evolucionados que, una vez trascienden al plano espiritual, regresan en espíritu al plano físico, para realizar la labor espiritual de encaminar, conducir y enseñar el camino, oportuno y posible, a seguir, hacia su objetivo o su meta espiritual, en determinados, momento y lugar, a otros seres de la misma familia espiritual, que siguen viviendo en el plano físico.
Hablando de los guías espirituales, como seres que, desde el plano espiritual, encaminan, conducen y enseñan el camino, a otros seres, podemos explicar que, los guías espirituales, como seres evolucionados, se manifiestan de diferentes formas, como pueden ser, los animales, seres que, han sido capacitados con el don de crear una conexión especial con el ser humano y, convertirse en la mejor orientación para su vida, los antepasados, seres que, por la conexión con su sangre y su descendencia, ayudan a sus familiares a comprenderse mejor, a manejar mejor las situaciones de su vida y, a relacionarse mejor con otras personas, los ángeles, seres divinos que, han sido enviados del cielo a la tierra por Dios, para cuidar, proteger e iluminar, a los seres humanos, en diferentes situaciones de su vida, cumpliendo una labor especial con cada persona y, atendiendo en los temas propios y particulares de cada persona, y, los maestros ascendidos, seres que, han sido espiritualmente iluminados, pues aunque en vidas pasadas fueron seres humanos comunes, por su sabiduría y por su capacidad de orientación y ayuda, a otros seres, han merecido transitar a un rango o una jerarquía espiritualmente mayor.
Hablando de los guías espirituales, como seres evolucionados de nuestra misma familia espiritual, podemos explicar que, cuando se necesita una respuesta a una inquietud, o, cuando se necesita una invocación por un problema, propio y particular, para conectar y lograr la conexión con nuestros guías espirituales, como pueden ser, los animales, los antepasados, los ángeles o los maestros ascendidos, es oportuno y posible, ejercitar algunas prácticas, espirituales y mentales, como pueden ser, la oración, rezar una oración especial y, acompañar la oración con una vela o una ofrenda, es una práctica que se puede ejercitar, para conectar con un guía espiritual e invocar su orientación o su ayuda, la meditación, entrar en un estado de desconexión con el exterior y de conexión con el interior, para recibir señales especiales, en un lugar tranquilo y seguro, sin distracciones y con mente abierta para recibir mensajes, es una práctica que se puede ejercitar, para conectar con un guía espiritual e invocar su orientación o su ayuda, la percepción, sentir señales especiales del entorno, para recibir mensajes, es una práctica que se puede ejercitar, para conectar con un guía espiritual e invocar su orientación o su ayuda, y, el sueño, pedir señales especiales antes de dormir, para recibir mensajes, es una práctica que se puede ejercitar, para conectar con un guía espiritual e invocar su orientación o su ayuda.
De esta manera, hablando de los guías espirituales, en el plano físico, como personas que, intervienen y participan en la vida diaria o cotidiana, orientando y ayudando a las personas, adultos o niños, activando y actualizando, el reconocimiento, la expresión y la comunicación de las sensaciones, las emociones y los sentimientos, como guías espirituales y emocionales, son motivadores e inspiradores del autodescubrimiento, los cambios y la transformación personal, emocional y afectiva. En ese sentido, en mi experiencia, mi conocimiento, mi aprendizaje y mi descubrimiento personal, emocional y afectivo, por mi relación con el cáncer, mi curación y mi sanación, mediante la extirpación de mi riñón derecho, logro sentir y saber que, junto con la edad, la personalidad y la historia personal, es la experiencia de vida de cada quien, la condición o el factor que, activa y actualiza, la misión y el rol, como guías espirituales y emocionales, en el contexto de la familia y los amigos.
Es entonces que, hablando de los niños y las niñas, las emociones y los guías espirituales y emocionales, podemos explicar que, mientras los niños y las niñas, experimentan, conocen, aprenden y descubren el cómo reconocer, expresar y comunicar sus sensaciones, sus emociones y sus sentimientos, en general, haciendo uso de la expresión verbal, la palabra y, la conversación, pueden sentirse miedosos, tristes o molestos, por el mismo hecho de no lograr expresar, y, el solo hecho de recordar las vivencias y las experiencias, ocurridas o sucedidas, en un momento pasado, puede activar su miedo, su tristeza y su molestia, en un momento presente. En ese sentido, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías y, maestros y maestras, tenemos la oportunidad y la posibilidad de acompañar, como guías espirituales y emocionales, para los niños y las niñas, orientando y ayudando en la normalización, el descubrimiento, la validación y la comprensión de las sensaciones, las emociones y los sentimientos. Es decir, como adultos responsables a cargo de hijos e hijas, nietos y nietas, sobrinos y sobrinas y, alumnos y alumnas, tenemos la oportunidad y la posibilidad de acompañar a los niños y las niñas, por ejemplo, en el ejercicio y la práctica de la meditación, logrando entrar en un estado de desconexión con el exterior y de conexión con el interior, para recibir señales especiales, en un lugar tranquilo y seguro, sin distracciones y con mente abierta, y, para recibir mensajes, como respuestas o soluciones personales, espirituales y emocionales, a sus sensaciones, sus emociones y sus sentimientos.