¡Hola!…¿Cómo se encuentran?…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablamos de la molestia, los recuerdos que inspiran molestia y, el uso de los cojines de color naranja para canalizar y compartir los recuerdos que inspiran molestia. En el blog actual, en el mismo sentido, vamos a hablar sobre los recuerdos que inspiran agrado y, el uso de los cojines de color morado para canalizar y compartir los recuerdos que inspiran agrado, pues el agrado o sensación de gusto que, nos estimula y nos impulsa, por la percepción de placer real o imaginario que tenemos, se alimenta y se nutre de la espiritualidad, la sabiduría y la frialdad del color morado, que activa y moviliza a nuestro organismo. Y, para lograr el reconocimiento, la expresión y la comunicación del agrado, niños y niñas y, adultos, podemos necesitar e interesarnos en la espiritualidad, la sabiduría y la frialdad del color morado y sus tonalidades, aplicadas y utilizadas en los objetos y los elementos de los ambientes, a nuestro alrededor. El uso, el contacto y la interacción con los cojines de color morado, creados para la expresión de las emociones, mediante el sentido del tacto, ubicado en las manos, por ejemplo, pueden activar y actualizar, la espiritualidad, la sabiduría y la frialdad que habitan en nuestro mundo interior, y, de esta manera, se pueden canalizar y se pueden compartir, en forma positiva o favorable, los recuerdos que inspiran agrado, evocados mediante la memoria táctil.
Hablando de los recuerdos que inspiran agrado y, el agrado, podemos explicar que, el agrado es una emoción o un estado de ánimo, reconocido e identificado, por los característicos efectos que produce en la conducta y la actitud de las personas, como pueden ser, la paz, la tranquilidad y la atención. En algunas personas, el agrado, incluso, puede producir, reacciones o respuestas, como el contento y la satisfacción. En ese sentido, podemos señalar que, por lo general, las personas que sienten agrado con facilidad, tienen una significativa predisposición o tendencia hacia la tranquilidad, como una de las características de su personalidad y su carácter. Asimismo, podemos señalar que, un hecho muy significativo, vinculado o relacionado, con el agrado, es que lo que puede motivar agrado a una persona, no necesariamente puede motivar agrado a otra persona, porque el agrado, como una emoción o un estado de ánimo, es absolutamente subjetivo.
Hablando del agrado como una emoción o un estado de ánimo y, la expresión del agrado, según leo e investigo, podemos explicar que, las personas expresamos el agrado de dos formas, por un lado, la forma verbal o las palabras y, por otro lado, la forma no verbal o las acciones. En ese sentido, podemos señalar que, lo positivo y lo favorable, en la expresión del agrado, es el nexo o la conexión que se produce entre, el agrado, como una manifestación y una expresión de la paz, la tranquilidad, la atención, el contento y la satisfacción, vivenciados o experimentados, y, el desarrollo y progreso personal, emocional y afectivo de la personas, en general, y, los niños y las niñas, en particular. La expresión del agrado es una necesidad, primaria o básica, y, por lo mismo, es un derecho, primario o básico, que resulta ser muy motivador y muy estimulante, pues el agrado, fortalece los vínculos y, profundiza las relaciones, construidos o creados, entre las personas.
Hablando del agrado, la expresión del agrado y, los niños y las niñas, podemos explicar que, en los niños y las niñas, el agrado, como una emoción o un estado de ánimo, que incluye reacciones o respuestas, como el contento y la satisfacción, se puede manifestar y expresar, con la mirada y la sonrisa. Durante la niñez, los niños y las niñas, comienzan a desarrollar y progresar en la capacidad de autodescubrimiento personal, emocional o afectivo de sí mismos, sus fortalezas y sus debilidades, así como, sus capacidades y sus limitaciones, en comparación con los otros, con lo cual, como consecuencia del desarrollo y progreso de una conciencia social, los niños y las niñas, desarrollan y progresan en la expresión de emociones o estados de ánimo, positivos o favorables, como puede ser, el agrado. El autodescubrimiento, en comparación con otros, favorece, en los niños y las niñas, la autoevaluación positiva o favorable de sus cualidades o sus características.
Hablando del reconocimiento, la expresión y la comunicación del agrado y los motivos del agrado, y, el acompañamiento de los adultos, en el compartir las experiencias o los recuerdos que inspiran agrado, en los niños y las niñas, podemos explicar que, los niños y las niñas, necesitan y se interesan por el acompañamiento de los adultos, en el rol de los guías espirituales o emocionales, para lograr reconocer, expresar y comunicar, emociones o estados de ánimo, en general, y, emociones o estados de ánimo, en particular, como puede ser el agrado, haciendo uso de los medios y los recursos de reconocimiento, expresión y comunicación, como pueden ser, la expresión corporal, las caricias y el abrazo. En ese sentido, es esencial que, los adultos, en el rol de los guías espirituales o emocionales, motiven e inspiren, la identidad, la autoestima y el amor propio, para que, los niños y las niñas, desde el autodescubrimiento socio – personal, logren expresar el agrado.
De esta manera, hablando de los niños y las niñas, el agrado y los motivos del agrado, podemos explicar que, si bien el agrado, como una emoción o un estado de ánimo, es absolutamente subjetivo y los motivos pueden ser, diversos y variados y, diferentes para cada niño o niña, existen algunos motivos, eventualmente, comunes a los niños y las niñas, en general. Entre los motivos que podemos, reconocer e identificar, como vinculados o relacionados con el agrado, pueden ser, la confianza, cuando logran experimentar libertad en la relación con otra persona, la seguridad, cuando logran experimentar tranquilidad en la relación con otra persona, la compañía, cuando logran sentir el contacto y la interacción física con otra persona, la atención, cuando logran sentir el contacto y la interacción emocional con otra persona, el respeto, cuando logran sentir la consideración de otra persona, y, la aceptación, cuando logran sentir el reconocimiento de otra persona.
Es entonces que, hablando de los niños y las niñas, las emociones y los recuerdos que inspiran agrado, podemos explicar que, mientras los niños y las niñas, aprenden y conocen el cómo expresar sus emociones, en general, y, su agrado, en particular, haciendo uso de la expresión corporal, las caricias y el abrazo, pueden sentirse desconfiados e inseguros, para la expresión del agrado, por el mismo hecho de experimentar la falta de compañía, atención, respeto y aceptación de parte de otros, adultos o niños. En ese sentido, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías y, maestros y maestras, tenemos la oportunidad y la posibilidad de facilitar, favorecer y promover, en los niños y las niñas, vivencias y experiencias, positivas o favorables, que motivan los recuerdos que inspiran agrado y la expresión del agrado. Es decir, como adultos responsables a cargo de hijos e hijas, nietos y nietas, sobrinos y sobrinas y, alumnos y alumnas, tenemos la oportunidad y la posibilidad de acompañar a los niños y las niñas en la resolución de los sentimientos de desconfianza e inseguridad, por la falta de compañía, atención, respeto y aceptación, necesarias para expresar el agrado, mediante los medios o los recursos personales, emocionales o afectivos como, la expresión corporal, las caricias y el abrazo, que motivan los recuerdos que inspiran agrado y la expresión del agrado.