¡Hola!…¿Qué tal?…¿Cómo están?. En esta ocasión quiero comenzar el blog manifestando y expresando lo muy especial y lo muy valioso que, en este tiempo y espacio de mi vida personal, profesional y laboral, es para mí tener la oportunidad y la posibilidad de leer, investigar y actualizar mi conocimiento y mi experiencia sobre los niños y las niñas, sus necesidades, sus intereses y sus deseos, manifiestos y expresados en sus emociones, sus sentimientos, sus pensamientos y sus conductas, para compartir con ustedes todo lo aprendido y lo descubierto en cada texto escrito. Y, justamente, hablando de las necesidades, los intereses y los deseos de los niños y las niñas y, ante el hecho que todos nosotros hemos sido niños o niñas y porsupuesto hemos jugado solos o en compañía de otros niños o niñas, o, adultos, hoy quiero hacer un par de preguntas. La primera pregunta es…¿recuerdas si en algún momento de tu niñez has construido solo o con otros niños o niñas, o, adultos, una casa tamaño niño para jugar o leer dentro?. Y, la segunda pregunta es…¿sabes qué significado o qué sentido tiene para un niño o una niña el construir una casa tamaño niño para jugar o leer dentro, solo o con otros niños o niñas, o, adultos?.
En ese sentido, estando un 99.99 % confiada en que la respuesta a mi primera pregunta es…sí, en este momento y mediante el blog voy a enfocarme en responder a ustedes sobre mi segunda pregunta y, qué significado y qué sentido tiene para un niño o una niña el construir una casa tamaño niño para jugar o leer dentro. Pues, sí, el construir una casa tamaño niño para jugar o leer dentro tiene un significado y un sentido que, aunque pudiera interpretarse como un significado y un sentido obvio cuando, por ejemplo, se trata de diseñar y crear un espacio para el juego o la lectura, es necesario e interesante conocer y saber…¿cuál es el significado y el sentido de construir una casa tamaño niño para un niño o una niña?. Y, entonces, según mi lectura y mi investigación, la construcción de la casa, o, eventualmente, el armado de una carpa tamaño niño para jugar o leer dentro, tiene el significado y el sentido de diseñar y crear un refugio o un lugar de acogida y cobijo, en el cual, los niños y las niñas pueden sentirse seguros y protegidos, como, incluso, explica María José, la protagonista de nuestro cuento infantil, cuando dice: «Bien, Rodo. Salgamos los tres (3) juntos al jardín. Aunque, sentada entre el heno, me siento segura y protegida, como en «cama de Mamá y Papá».»
Efectivamente, el construir una casa tamaño niño para jugar o leer dentro es un impulso o una motivación universal, registrado en la mente y el corazón de todos los niños y las niñas, que facilita, favorece y promueve un desarrollo sano y saludable a niveles físico, mental, afectivo y social. La necesidad, el interés y el deseo de construir una casa tamaño niño se manifiesta y se expresa, principalmente, desde los 5 ó 6 años de edad hasta los 12 o 13 años de edad, siendo indicativo de cambios en el desarrollo que muestran y demuestran que los niños y las niñas, por un lado, están descubriendo su mundo cercano y su lugar en el mundo y, por otro lado, están creando un yo separado de sus padres y su familia y, desean crear su lugar separado en el mundo. Y, la casa, o, eventualmente, la carpa como el lugar exterior especial en el mundo, representa o simboliza, el lugar interior especial de los niños y las niñas y, es beneficioso para los niños y las niñas, porque facilita, favorece y promueve logros a nivel físico, como la actividad al aire libre, el ejercicio en contacto con la naturaleza y la liberación del estrés, a nivel mental, como la imaginación, la creación y la resolución de conflictos, a nivel afectivo, como la iniciativa, la autoconfianza y la independencia y, a nivel social, como la colaboración, el intercambio y los acuerdos.
Es así como, comprendida y explicada la importancia de la construcción de la casa, o, eventualmente, el armado de la carpa para los niños y las niñas, considero oportuno explicar la relación entre, por ejemplo, la carpa como medio, material y recurso interesante y atractivo para los niños y las niñas y, su desarrollo físico, mental, afectivo y social, y, los espacios seguros y protegidos para leer. Es decir, tomando en consideración las características principales que deben tener los espacios para leer, es posible reconocer e identificar cuáles características de los espacios para leer pueden ser diseñadas y creadas como características propias de una carpa, como un espacio seguro y protegido para leer. Y, entonces, según mi lectura y mi investigación, en el diseño y la creación de un espacio seguro y protegido para leer, se tiene en cuenta: el ambiente, el mobiliario, la iluminación y la ventilación, todo lo cual, es posible de lograr con el diseño y la creación de una carpa, pues en una carpa, el ambiente: se crea, por ejemplo, con la madera de la estructura, la lona de la cubierta y, el tapete y el colchón de la base, el mobiliario: se crea, por ejemplo, con los cojines como asientos y, con las cajas o las canastas como libreros, la iluminación: se crea, por ejemplo, con las ventanas y las puertas para luz natural y, con las linternas o los lamparines para luz artificial, y, la ventilación: se crea, por ejemplo, con las ventanas y las puertas, abiertas o cerradas, según el requerimiento del lugar o el momento.
De esta manera, hablando de los espacios para leer y la carpas para niños y niñas como potenciales espacios para leer, ambos diseñados y creados con criterios de seguridad y protección, manifiestos y expresados en el ambiente, el mobiliario, la iluminación y la ventilación, para satisfacer la necesidad, el interés y el deseo de los niños y las niñas de contactar e interactuar en su lugar exterior especial de refugio o su lugar exterior especial de acogida y cobijo, podemos señalar que, un espacio seguro y protegido para leer como la carpa para niños y niñas, facilita, favorece y promueve objetivos formativo – educativos como: despertar la curiosidad por los libros y el material de lectura en general, descubrir el placer por la lectura, desarrollar la capacidad de lectura comprensiva, fomentar los hábitos de lectura, descubrir el valor y la utilidad de la lectura comprensiva, incentivar el cuidado y el respeto de los libros y el material de lectura en general, orientar la elección de las lecturas, estimular el pensamiento realista, mágico y crítico, fomentar la habilidad de la escritura, motivar la escritura de textos propios y, desarrollar la competencia de lectoescritura que incluye el ejercicio y la práctica de habilidades como: la comprensión, la reflexión, la capacidad crítica, la búsqueda de información y el análisis.
En ese sentido, hablando de las carpas para niños y niñas como espacios seguros y protegidos para leer, diseñados y creados de acuerdo con las necesidades, los intereses y los deseos de cada niño o niña en particular, podemos señalar que, las características propias de cada carpa transmiten, evocan y simbolizan la magia de cada niño o niña y, la magia de cada carpa motiva e impulsa a que los niños y las niñas necesiten, se interesen y deseen ingresar y permanecer en su lugar exterior especial, estando consigo mismos o mismas y buscando momentos de intimidad, en los cuales, pueden conocer su cuerpo y sus sensaciones y, pueden conectar con sus emociones, sus sentimientos, sus pensamientos y sus conductas mediante la literatura infantil, la lectura y, progresivamente, la escritura. Y, podemos señalar que, a medida que los niños y las niñas desarrollan, crecen y maduran, las carpas como espacios seguros y protegidos para leer, imaginar y crear se transforman en los mundos mágicos de los niños y las niñas, en los cuales, mediante los juegos simbólicos o dramáticos, los niños y las niñas representan situaciones vividas o situaciones leídas, por el placer de ejercer sus poderes, revivir sus experiencias personales y, asimilar situaciones de la vida real siguiendo sus propias reglas y resolviendo sus propios conflictos.
Es entonces que, desde mi conocimiento y mi experiencia como tía y maestra en contacto e interacción con niños y niñas menores de 6 años de edad y, como diseñadora y creadora de espacios de juego infantiles y mobiliario infantil para la implementación de los espacios de juego infantiles, hoy quiero transmitir que, los espacios infantiles seguros y protegidos para leer para niños y niñas facilitan, favorecen y promueven ambientes para la lectura comprensiva, el juego simbólico o dramático y, progresivamente, la escritura, y, proveen medios, materiales y recursos que facilitan, favorecen y promueven experiencias de expresión, exploración y construcción en los niños y las niñas. Y, hoy quiero compartir con ustedes el aprendizaje y el descubrimiento logrado en mi lectura y mi investigación, en relación a que en las carpas como espacios infantiles seguros y protegidos para leer para niños y niñas, se produce la unión entre los medios, los materiales y los recursos propiamente físicos y, los contactos y las interacciones propiamente afectivas y sociales que se manifiestan y se expresan entre los niños y las niñas y, eventualmente, los adultos, y, la fusión entre lo propiamente físico y, lo propiamente afectivo y social puede facilitar, favorecer y promover en los niños y las niñas muy significativas y muy sentidas vivencias y experiencias de lectura comprensiva, juego simbólico o dramático y, progresivamente, escritura.