Educación Emocional, …la espiritualidad del color morado…

Hoy, les cuento que, hablando de las emociones y la expresión de las emociones, y, la relación que se puede establecer, entre un objeto y un ambiente, y la expresión de una emoción, el color morado, en su estado natural, como cualidad, transmite, evoca y simboliza, la espiritualidad, y la sabiduría. Y, la espiritualidad del color morado, por sí solo, y combinado, con otras cualidades y características de los objetos y los ambientes, como pueden ser la forma, el tamaño y la textura, puede estimular e impulsar a la sensibilidad, la nobleza y el amor.

En su estado natural, el color morado, es una cualidad, escasa, entre los seres vivos. El color morado, se expresa y se manifiesta, en algunos animales como, el Escarabajo de Tierra Violeta, el Caracol Púrpura o Violeta de Mar, la Mariposa Emperador Púrpura, la Estrella de Mar Morada, y la Rana de la India Púrpura. El color morado, se expresa y se manifiesta, en algunas flores como, la Lavanda, el Azafrán, la Caléndula del Cabo, la Petunia, la Dedalera, la Estrella Llameante, la Nomeolvides, la Rosa, el Lirio, y la Buganvilla. Y, en nosotros los humanos, el color morado, se expresa y se manifiesta, en los ojos púrpura o violeta de, aproximadamente, el 1 % de la población mundial, como resultado del «Síndrome de Alejandría», por efecto del cual, se nace con los ojos de color gris o de color azul, pero alrededor de los siguientes seis meses, después del nacimiento, los ojos comienzan a volverse de color púrpura o de color violeta, hasta que, durante la pubertad, se dice que el color púrpura o el color violeta de los ojos, se intensifican, adquiriendo un color real púrpura o un color azul violeta, y, permaneciendo con una tonalidad oscura, sin afectar la capacidad para ver, y la visión, de la persona.

Asimismo, como cualidad y característica, aplicada y utilizada, en el diseño y la creación de los espacios de juego infantiles, el color morado y sus tonalidades, se pueden exponer en los objetos, como pueden ser los muebles, y los accesorios decorativos, y, en los elementos de los ambientes, en sí mismos, como puede ser, en los pisos, en las paredes, en las puertas, en las ventanas, y en los techos, entre otros; con lo cual, la planificación y el desarrollo de un proyecto de espacios de juego infantiles, que aplique, y utilice, el color morado y sus tonalidades, está transmitiendo, evocando y simbolizando, contenidos y mensajes, de espiritualidad, y sabiduría, al mismo tiempo que, está estimulando e impulsando, a la sensibilidad, la nobleza y el amor, a los niños y las niñas, y a los adultos, que participan e interactúan, en el espacio de juego infantil.

En ese sentido, podemos señalar que, la claridad y la potencia, de los contenidos y los mensajes, de espiritualidad, y sabiduría, transmitidos, evocados, y simbolizados, por el color morado y sus tonalidades, al interior de los espacios de juego infantiles, se relacionan con la combinación del color morado y sus tonalidades, con las otras cualidades y características, de forma, tamaño, y textura, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades; con la cantidad, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades; con las dimensiones, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades; con los estilos, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades; y, con las ubicaciones, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades.

Es así como, hablando de la expresión de las emociones, por el contacto y la interacción, con los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades, podemos señalar que, siendo un color frío, el color morado, transmite la sensación de distancia y lejanía. La sensación de distancia y lejanía, de los colores fríos, se explica en el hecho que, vistos por nuestros ojos, pareciera que los colores fríos, como el color morado, fueran más amplios, y más extensos. Y, por lo mismo que, la espiritualidad y la sabiduría, del color morado, se sustenta en su frialdad, el color morado, es un color, naturalmente, interesante y atractivo, para la expresión de las emociones, que, requieren y demandan, nuestra sensibilidad, nuestra nobleza, y nuestro amor, como, requiere y demanda, la emoción de agrado.

Y, hablando de la expresión de la emoción de agrado, por el contacto y la interacción, con los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades, podemos señalar que, el agrado o sensación de gusto que, nos estimula y nos impulsa, por la percepción de placer, real o imaginario, que tenemos, se alimenta y se nutre de la espiritualidad, la sabiduría, y la frialdad del color morado, que, activa y moviliza, a nuestro organismo. La emoción del agrado, se expresa, y se manifiesta, como mecanismo de alerta, por la necesidad, y el interés, de sobreponernos y superar, una situación de crisis o cambio, real o imaginaria. Y, para lograr el reconocimiento, la expresión, y la comunicación del agrado, niños y niñas, y adultos, podemos, necesitar e interesarnos, en la espiritualidad, la sabiduría, y la frialdad, del color morado y sus tonalidades, aplicadas y utilizadas, en los objetos y los elementos de los ambientes, a nuestro alrededor.

Es entonces que, desde nuestra experiencia y nuestro conocimiento, sobre la influencia del color morado y sus tonalidades, en nuestra sensibilidad, nuestra nobleza, y nuestro amor, para lograr expresar el agrado, hoy, les quiero transmitir que, la relación, entre la espiritualidad, la sabiduría, y la frialdad del color morado y sus tonalidades, y la activación de la sensación de gusto que, manifestamos y expresamos, cuando sentimos agrado, es oportuna y posible. Y que, por lo mismo, corresponde que, nosotros los adultos, en el ejercicio de nuestros roles, como, padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y, maestros o maestras, motivemos, facilitemos, y orientemos, de manera responsable, el contacto y la interacción, de los niños y las niñas, con los objetos y los elementos de los ambientes, de color morado y sus tonalidades, como, por ejemplo, los cojines.