Hoy, les cuento que, hablando de las emociones y la expresión de las emociones, y, la relación que se puede establecer, entre un objeto y un ambiente, y la expresión de una emoción, el color rojo, en su estado natural, como cualidad, transmite, evoca y simboliza, la fuerza, y la energía. Y, la fuerza del color rojo, por sí solo, y combinado, con otras cualidades y características de los objetos y los ambientes, como pueden ser la forma, el tamaño y la textura, puede estimular e impulsar a la acción, el movimiento y la actividad.
En su estado natural, en la naturaleza de nuestro cuerpo, el color rojo, se manifiesta y se expresa, en nuestro corazón, y, en nuestra sangre, que, entra en el corazón, y sale del corazón, para recorrer todo nuestro cuerpo, alimentando y nutriendo, con su propia y su particular, fuerza y energía, nuestras células y nuestros tejidos. Y, en la naturaleza alrededor de nosotros, el color rojo, con sus particulares y sus propios, contenidos y mensajes, muy claros, y muy potentes, de fuerza y energía, se expresa y se manifiesta, por ejemplo, en las llamas de un fuego, en los pétalos de una flor, y, en las plumas de un ave.
Asimismo, como cualidad y característica, aplicada y utilizada, en el diseño y la creación de los espacios de juego infantiles, el color rojo y sus tonalidades, se pueden exponer en los objetos, como pueden ser los muebles, y los accesorios decorativos, y, en los elementos de los ambientes, en sí mismos, como puede ser, en los pisos, en las paredes, en las puertas, en las ventanas, y en los techos, entre otros; con lo cual, la planificación y el desarrollo de un proyecto de espacios de juego infantiles, que aplique, y utilice, el color rojo y sus tonalidades, está transmitiendo, evocando y simbolizando, contenidos y mensajes, de fuerza, y energía, al mismo tiempo que, está estimulando e impulsando, a la acción, el movimiento, y la actividad, a los niños y las niñas, y a los adultos, que participan e interactúan, en el espacio de juego infantil.
En ese sentido, podemos señalar que, la claridad y la potencia, de los contenidos y los mensajes, de fuerza, y energía, transmitidos, evocados, y simbolizados, por el color rojo y sus tonalidades, al interior de los espacios de juego infantiles, se relacionan con la combinación del color rojo y sus tonalidades, con las otras cualidades y características, de forma, tamaño, y textura, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades; con la cantidad, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades; con las dimensiones, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades; con los estilos, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades; y, con las ubicaciones, de los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades.
Es así como, hablando de la expresión de las emociones, por el contacto y la interacción, con los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades, podemos señalar que, siendo un color cálido, el color rojo, transmite la sensación de cercanía y proximidad. La sensación de cercanía y proximidad, de los colores cálidos, se explica en el hecho que, vistos por nuestros ojos, pareciera que los colores cálidos, como el color rojo, sobresalieran de la superficie de los objetos y los elementos de los ambientes, para acercarse a nosotros. Y, por lo mismo que, la fuerza y la energía, del color rojo, se sustenta en su calidez, el color rojo, es un color, naturalmente, interesante y atractivo, para la expresión de las emociones, que, requieren y demandan, nuestra acción, nuestro movimiento, y nuestra actividad, como, requiere y demanda, la emoción de miedo.
Y, hablando de la expresión de la emoción de miedo, por el contacto y la interacción, con los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades, podemos señalar que, el miedo o sensación de angustia que, nos detiene y nos paraliza, por la percepción de un peligro, real o imaginario, que tenemos, se alimenta y se nutre de la fuerza, la energía, y la calidez del color rojo, que, activa y moviliza, a nuestro organismo. La emoción del miedo, se expresa, y se manifiesta, como un mecanismo de alerta, por la necesidad, y el interés, de protegernos y superar, una situación de crisis o cambio, real o imaginaria. Y, para lograr el reconocimiento, la expresión, y la comunicación del miedo, niños y niñas, y adultos, podemos, necesitar e interesarnos, en la fuerza, la energía, y la calidez, del color rojo y sus tonalidades, aplicadas y utilizadas, en los objetos y los elementos de los ambientes, a nuestro alrededor.
Es entonces que, desde nuestra experiencia y nuestro conocimiento, sobre la influencia del color rojo y sus tonalidades, en nuestra acción, nuestro movimiento, y nuestra actividad, para lograr expresar el miedo, hoy, les quiero transmitir que, la relación, entre la fuerza, la energía, y la calidez del color rojo y sus tonalidades, y la resolución de la sensación de angustia que, manifestamos y expresamos, cuando sentimos miedo, es oportuna y posible. Y que, por lo mismo, corresponde que, nosotros los adultos, en el ejercicio de nuestros roles, como, padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y, maestros o maestras, motivemos, facilitemos, y orientemos, de manera responsable, el contacto y la interacción, de los niños y las niñas, con los objetos y los elementos de los ambientes, de color rojo y sus tonalidades, como, por ejemplo, los cojines.